jueves, 14 de junio de 2007

¿Por qué veo tan poco cine español?

Es una pregunta que me ronda la cabeza desde hace días y me tiene (relativamente) preocupado porque no sé oponer una respuesta convincente. Así que antes de argumentar con lo primero que se me ocurra me voy a la base de datos sobre cine español del Ministerio de Cultura y repaso los productos nacionales estrenados en los últimos dos años. De pronto me asalta el temor de haber dejado escapar algún filme importante, imprescindible o interesante.

Comienzo por el año en curso: tenemos Pudor de los hermanos Ulloa; Lola, la película o Una mujer invisible de Gerardo Herrero; y me dejo fuera Ciudad en celo y ¿Quién dice que es fácil? porque a pesar de la financiación todo lo demás es argentino. De todas estas sólo he visto la última. También encuentro títulos tan llamativos como desconocidos, que comparten además otro curioso rasgo: haber sido rodados hace 2 años o más. Cito algunos: Desnudos, desnudos de Juan Manuel Chumilla; Bajo las estrellas de Félix Viscarret (con premios, gran reparto y una más que previsible indiferencia de público) o Faltas leves de Jaume Bayarri y Manuel Valls. Pero la que se lleva la palma es Paella con aji de Galo Urbina, con 15 espectadores y 72 € de recaudación (compruébalo en el enlace).

Como no me conformo reviso el 2006: allí me topo con Desde que amanece apetece del incombustible Antonio del Real, El crimen de una novia de Lola Guerrero y 888 espectadores ; junto con Volver de Almodóvar, Alatriste de Díaz Yanes, Azul oscuro casi negro de Daniel Sánchez y Tu vida en 65 minutos de María Ripoll (estas dos últimas sí que se me pasaron). Así que me doy cuenta que cuando uno se baja a los datos se pueden sacar mejores conclusiones: el 2006 no fue tan malo y si se me pasaron algunos filmes interesantes fue porque no duran nada en cartel. El 2007 en cambio no pinta tan bien (y más si tenemos en cuenta que ahora vienen los meses de verano y la travesía del desierto de los estrenos).

Luego me da por pensar que hemos cedido al cine estadounidense la exclusiva del tratamiento de ciertos temas universales; pero claro, como es imposible hacer una película sin hacer referencia al espacio y al tiempo, ellos ruedan en su país y retratan su estilo de vida (ese que, según los sociólogos más cansinos, nos inoculan como un virus sin que nos demos cuenta). Y claro, en parte es cierto, porque la potencia de su industria les permite esperar hasta dar con el guión más trabajado, los actores idóneos y el equipo técnico adecuado (llegado el caso). El resultado es una obra técnicamente perfecta y admirable desde el punto de vista del espectador medio (y a veces, muchas veces, del experto y del novato).

El cine español, el europeo en general y también el de los países en desarrollo, en cambio, están anclados no sólo en los temas locales (cuando se pretende hacer cine social), sino en una experimentación formal casi siempre obligatoria a falta de un argumento atractivo. Las alternativas parecen ser: ¿eres un cineasta consagrado? Pues dedícate a explotar los sentimientos con historias auténticas o muévete dentro de los géneros en el sentido clásico del término. ¿Eres un novato, un pedante, un inadaptado o un inepto con enchufe y financiación? Pues tira de paradojas argumentales, de personajes ambiguos, de supuestos hallazgos narrativos, de cuidadas metáforas visuales, de usos novedosos del sonido... En fin, de todas esas expresiones que solemos leer cuando el crítico de turno se enfrenta a un estreno de corta carrera en salas y no quiere cebarse en exceso. Destacar la experimentación es como mentir a un enfermo de cáncer.

Es una esquizofrenia narrativa que se ajusta sospechosamente a la potencia de ambas industrias: los estadounidenses se permiten los temas generales y los saben encajar en conflictos más o menos cotidianos; para el resto del planeta queda como único material la coyuntura sociológica y, eso sí que es justo reconocerlo, de vez en cuando una obra perfecta a la que el mismo Hollywood necesita hacer un "Guardar como..." (ellos creen que) mejorado, porque no les cabe en la cabeza que no sean ellos quienes digan la última palabra en determinados argumentos redondos.

Creo que en parte por eso veo tan poco cine español, porque esas películas dignas de "Guardar como..." aparecen, como mucho, dos veces en una década.

8 comentarios:

Fernando Solera dijo...

En mi opinión es un problema de ideas. Faltan guionistas buenos. Salvo honrosas excepciones, la mayoría de las historias son de encefalograma plano. Yo, por ejemplo, todavía me estoy preguntado por qué triunfó El otro lado de la cama.

Un saludo

Fernando

Sesión discontinua dijo...

fernando: efectivamente, en el origen de todo está siempre la falta de ideas, aunque, como digo, cada año hay algunos pocos títulos con los que consolarse.

Por cierto, me ha gustado tu blog ¿has pensado en compartir enlaces?

Nos leemos!!!!

AiguaMel dijo...

Fernando, igual que tú veo muy poco cine español, si puedo lo equilibro con el europeo, "la vida de los otros", pongo por caso, pero con el cine solamente me congratulo cuando veo una buena película, de mientras, como las parejas, nos dejamos de hablar durante un tiempo, cuando veo dos películas seguidas que me parecen mediocres y sin condimento ni fundamento. Tu ves avisándonos de las películas que valen la pena y sobre todo de las comedias, que suelen mucho más difíciles de hacer, pero cuando salen redondas sus ironías son más demoledoras que un buen drama.

Un abrazo

marcbranches dijo...

La verdad es que esta discusión sobre el cine español es más vieja que las maletas de la Piquer, y las argumentaciones suelen ser reincidentes. la verdad es que este está siendo un año bastante pobre en lo que se refiere a la calidad y el grado de interés de las películas de producción propia. Pero la comparación con Hollywood, precisamente con Hollywood, no me parece justa. Hay un problema de ideas en españa, pero... ¿de verdad no lo hay allí? Yo creo que sí, y quizás más pronunciado. Pero ellos tienen el dinero y la industria para coger un cómic detrás de otro e irlos adaptando con más o menos gracia. Aquí no ha habido manera de levantar "El Capitán Trueno"... O eso, o adaptan el best-seller de turno, o fagocitan alguna película europea que, de puñetera casualidad, hayan visto. En Hollywood hay tan pocas ideas como aquí, pero hay mucha más pasta para enmascararlo. Yo diría que, curiosamente, en el único lugar donde sí está abundando el ingenio y las ganas de hacer cosas nuevas es en las series de televisión americanas, de las que salen ideas novedosas a patadas.

¿Alguien se pregunta por qué triunfó "El otro lado de la cama"? Yo lo que realmente me perguntó es por qué tanta triunfó en taquilla "El motorista fantasma"... eso sí merece un profundo análisis...

Saludos.

Sesión discontinua dijo...

Marc: siento no estar de acuerdo. La comparación SE DEBE hacer con Hollywood porque, nos guste o no, es la medida del cine mundial. Y por supuesto que allí hacen bodrios, pero su industria, y eso es lo malo, su nivel medio (técnico y artístico) dentro de lo malo, es muy superior al de aquí.

Y si esto fuera de otra manera ¿por qué no hacemos más que desmenuzar en nuestros blogs, como fieles y rendidos fans casi exclusivamente títulos estaounidenses? ¿Eso no te da una pista? ¿Dónde están nuestros inmortales del cine español? ¿Dónde está ese elogio de, por ejemplo, "Mar adentro"?

Lo que debe hacer el cine español es ganar el abstracción, olvidarse de los experimentos y desterrar de una vez a los pedantes (debutantes y consagrados).

Nos leemos!!!!

marcbranches dijo...

Sesión, no lo dirás por nuestro blog, en el que tocamos basntante el cine español. Insisto en la injusticia de la comparación: ¿es justo comparar los resultados del Osasuna con los del Barça? ¿Se puede poner al Joventut a la altura de Los Angeles Lakers?Hollywood es una industria con miles de millones de recursos que no puede ser comparada con ninguna de las cinematografías europeas; porque supongo que estaremos de acuerdo en que tampoco el cine alemán, ni el italiano, ni el francés resisten la comparación con el cine-Yuesei. El cine español tiene sus referentes, por supuesto: el problema histórico es la falta de un movimiento artístico propio y reconocible (neorrealismo italiano, nouvelle vague francesa, free cinema británico, expresionismo alemán), eso es indudable. Pero no de calidad, aunque esto ya vaya a gustos.

Saludos.

Sesión discontinua dijo...

Es verdad Marc, puntualicemos: no se puede (como bien dices) comparar resultados; pero lo que a mí me parece que sí se puede comparar es la capacidad de generar un estilo , un movimiento (como tú dices en plan neorrealismo y eso), porque al fin y al cabo todas las cinematografía trabajan con el mismo material: la narración cinematográfica (otros dirían el lenguaje cinematográfico). Su destreza a la hora de manejarla es lo que sí se puede comparar. Eso es lo que quería decir.

Y por supuesto que mi comentario no iba por vuestro blog, iba por todos, incluido el mío, puesto que si hacemos cuentas hay una cinematografía (la Yuesei como tú dices) que predomina respecto a las otras. Eso no quita que haya blogs (como el vuestro) que le hagan su huequecito al cine español.

Y ya de paso pregunto: ¿habéis escrito algo sobre "Mar adentro"? Me gustaría leer algo...

Nos leemos!!!!

marcbranches dijo...

Pues la verdad es que sobre "Mar adentro" no hemos escrito. El único post hasta ahora publicado sobre Amenábar es uno sobre "Los otros", en este enlace: http://la-linterna-magica.blogspot.com/2006/10/de-entre-los-muertos.html

Ya caerá, ya... Taluego, joven.