
Eso sí, para que todo lo anterior sea adecuadamente valorado, es necesario repetir mentalmente, mientras se ve la película, una y otra vez: "es un cómic, es un cómic, es un cómic, es un cómic..." porque de lo contrario la insoportable simplicidad de la historia y los personajes, junto con una cargante exaltación de la violencia como sistema de vida, resultan espantosamente vulgares. Puede que en un videojuego esto no suceda o pase desapercibido, porque ahí uno se limita a interactuar con cada nivel de dificultad; pero en el cine todavía estamos con lo de la sala oscura y la pantalla analógica proyectando imágenes digitales, no ante una PS3 con TFT de 19 pulgadas, lo cual requiere un poquito más de complejidad.
¿Quién puede creerse que Esparta se presente ante el resto de Grecia como la última esperanza de la libertad y la democracia frente a la invasión persa con semejantes mimbres? Sólo mencionaré un detalle: la película no esconde que los niños espartanos, al nacer, eran sometidos a un minucioso examen físico y los enfermos, los débiles, los deformes, eran asesinados por no ser aptos para la guerra. Los que sobrevivían, a los nueve o diez años, eran apartados de sus madres para dedicarse por completo al aprendizaje de las técnicas del combate. Sin embargo, cuando el emisario persa llega a Esparta para exigir el sometimiento al rey Jerjes, o cuando asistimos a escenas íntimas y familiares, no se deja de señalar el hecho de que las mujeres son muy tenidas en cuenta, tanto en los asuntos políticos como en el trato tierno y sensible del acto amatorio o la crianza de los hijos. ¿Acaso alguien se cree que un pueblo que cercena de modo tan bestia la infancia puede dar lugar a una sociedad tan paritaria y domésticamente ejemplar? Repito: puede que en un videojuego esto ni importe ni sea determinante para pasar un buen rato dándole a los mandos; pero en el cine hacen falta tramas un poco más trabajadas, unos personajes menos "ultramachotes" y un poco más de verosimilitud (la justa, no hace falta ser quisquillosamente fiel a la historia) para representar al enemigo. Por lo visto Irán se ha quejado de la imagen del pueblo persa en la película, no sé si indignados por el retrato sanguinario de su ejército o por la colección de reinonas y bichos raros que componen la corte del rey Jerjes (que parece un cruce involuntario entre cyborg y locaza ligera de cascos); por no mencionar al verdugo-langosta o los especímenes prestados de la fantasía del Sr. Anillos).
En fin, que ya tengo una edad para dejarme encandilar por un audaz experimento cinematográfico de vanguardia, más que nada porque toda la base argumental es pura violencia; de no ser así, admito desde ahora que mi texto hubiera sido mucho más matizado. Para compensar tanta radicalidad, me gustaría que alguien me señalara casos similares de alta perfección formal con contenidos nulos, execrables o directamente estúpidos; más que nada para aprender a poner en su sitio películas como 300.