lunes, 8 de septiembre de 2008

Avanzada a su público (WALL·E. Batallón de limpieza)

Las películas no se avanzan a su tiempo, su estreno mismo desmiente esta incongruencia lógica; sin embargo, es posible que algunos filmes se avancen a su público, marcando un camino inesperado y nuevo al cual se amoldarán en el futuro la audiencia y las películas posteriores. Esto es lo que le sucede al cine de Andrew Stanton: sus filmes poseen un sutil equilibrio entre emoción, sensibilidad, humor e inteligencia todavía no igualado, una rara experiencia capaz de sincronizar durante unas horas la fantasía adulta con la infantil, estableciendo puentes entre ambas, afianzando vínculos entre generaciones. Todo un logro que desborda el simple objetivo de entretenimiento y demuestra que el cine puede hacer mejores a las personas. Para que esta introducción no parezca el típico piropo de advenedizo ahí va este enlace donde demuestro --a propósito del estreno de Hermano oso (2003), el mismo año que dirigió su último filme, Buscando a Nemo (2003)-- que mi admiración por este hombre viene de lejos (no tendrás que leer mucho, el comentario está al final del primer párrafo).

Su siguiente película se ha hecho esperar (hemos tenido que soportar en la pantalla a muchos imitadores) pero ha merecido la pena. Con WALL·E. Batallón de limpieza (2008) Pixar consolida su forma de trabajar con dos equipos creativos bien diferenciados, encargados de producir, paralela y alternativamente, sus películas: uno liderado por Brad Bird (más dado a la acción y al humor) y otro por el propio Stanton (más delicado, experimental y pedagógico). Gracias a ellos hemos disfrutado de una serie envidiable de clásicos Disney --Monstruos S.A. (2001), Buscando a Nemo (2003), Los Increíbles (2004), Ratatouille (2007) y ahora WALL·E. Batallón de limpieza-- que amenaza con dar un vuelco a la nómina de personajes y atracciones de sus parques temáticos (cada vez más pixarizados). Quién se lo iba a decir al tío Walt.



WALL·E. Batallón de limpieza propone un argumento muy cercano a esos filmes posapocalípticos a los que están acostumbrados los adolescentes y los geeks, pero sustituyendo la espectacularidad de los efectos por la intensidad de los detalles (la ternura de WALL·E, la forma en que EVE se entera de lo que WALL·E ha hecho por ella, el taller de robots locos, el capitán de la nave Axiom...). WALL·E es el último Waste Allocation Lift Loader, Earth-Class en funcionamiento en la Tierra, encargado de empacar la ingente cantidad de residuos que los humanos hemos generado sin control durante décadas (razón por la cual hemos abandonado el planeta para embarcarnos en confortables y aburridos cruceros que han atrofiado nuestro cuerpo). Todo es rutina y aburrimiento hasta que aterriza la sonda EVE (Extra-terrestrial Vegetation Evaluator) --con su irresistible belleza de líneas ipodianas-- en busca de algo que WALL·E acaba de encontrar sin conocer aún su valor. Con todos estos elementos Stanton levanta una historia entrañable, emotiva y divertida, sin necesidad de acción trepidante (aunque sí espectaculares imágenes), y de paso apalancar una serie de mensajes pedagógicos con la dosis justa de sutileza, de modo que no pasen inadvertidos pero tampoco resulten cargantes debido a su obviedad. La única duda que me queda es si van dirigidos a los mayores o a los pequeños, porque a éstos seguramente muchos se les pasarán por alto. Por último, señalar que los créditos finales son antológicos: además de servir de epílogo a la historia poseen tal acumulación de significados que renuncio a apuntarlos aquí, más vale quedarse a verlos y disfrutarlos sin más. Deberían crear un Oscar a los mejores créditos para poder homenajearlos como se merecen.

No termino sin colocar un detalle cinéfilo: tanto el robot protagonista como el mensaje ecológico me recuerdan mucho a Naves silenciosas (1972), dirigida por Douglas Trumbull y coescrita por Michael Cimino; ni el imprescindible comentario pedagógico: si vas a verla acompañado de menores de nueve años es necesario ponerles previamente al tanto del argumento, porque quizá no lo deduzcan únicamente con la larga y afásica introducción; además, es probable que debas realizar labor de apoyo narrativo durante toda la proyección, pues hay tal acumulación de detallitos marca de la casa que es una lástima que se pierdan. Al menos eso es lo que yo hice y no me fue mal: mi niña y yo salimos encantados y conmovidos.

10 comentarios:

inma dijo...

Creo que precisamente la gracia de la película es que sabe combinar una historia muy pedagogica para los niños (hemos de cuidar el mundo porque sino vaya futuro que nos espera), mis rorros de 5 y 7 años así lo entendieron, y para los adultos es una película más profunda, más tierna, ya que sómos los únicos que podemos apreciar esos detalles, esa ternura. Un saludo, pero me sigue gustando más Buscando a Nemo.
Inma

Sesión discontinua dijo...

inma: estoy de acuerdo que Nemo es mejor película, pero aparte del mensaje ecológico hay otros que es necesario explicarles: los hombres gooordos, siempre con la pantalla delante... ¿qué me dices de eso?

besitos mil!!!!

Anónimo dijo...

Hola! Fui a verla en vacaciones, so pretexto de llevar a mi hijo, pero casi me gustó más a mí que a él, qué cosas.
No sabía muy bien qué tenía este robotito que lo hacía tan humano (es mucho más fácil humanizar un ratón o un perro) y resultaba tan atractivo; y en algún lado leí (posteriormente) comparaciones con Chaplin en sus expresiones, sobre todo la primera parte del film. Y, exacto!, eso era, tiene un aire al personje... Seguramente de ahí su ternura y su conexión con esos valores que mencionas.
De acuerdo en lo que dices, además, de Stanton. Un animador a seguir sin duda alguna.

Saludos!

Sesión discontinua dijo...

babel: pues ahora que lo mencionas WALL·E sí que tiene algo del Chaplin de "Luces de la ciudad". Estuvo acertado ese crítico.....

Nos leemos!!!!

María Rogel (Lapor) dijo...

hola! tu entrada me hace recordar, una vez más, lo especial que es la animación y, sobre todo, que es el único "método" para contar determinadas historias (que en imagen real además de no funcionar podrían resultar ñoñas y sensibleras y no transmitir el mensaje).
Pixar&cñia deben ser muy entrañanbles, niños grandes, suponngo que en el saco de las de humor tamnién entraría "Cars" que tal vez por el tema -Route 66- me apetezca más ver.
De todas maneras -sin haberla visto- creía que WALL-E recordaba a "Cortocircuito", incauta...

ah, una vez me perdí algo que creo que a ti también te hubiera gustado: una proyección de los mejores títulos de crédito. Siempre he sido fan (de los buenos).

*Babel y Sesión: sois mis padres bloggeros favoritos! Lleváis a los chicuelos a ver las pelis y serán unos pequeños cinéfilos en breve! Muy entrañable. ya os estoy viendo con el coloquio después. besossss

Sesión discontinua dijo...

lapor: veo que eres muy sensible al tema de la transmisión de la cinefilia a las generaciones futuras; eso significa que tú también lo harás en caso de que te toque, porque eeres muy consciente del tema... Y lo que dices es cierto: cuando una película gusta a grandes y pequeños surge necesariamente ese coloquio, y en esas ganas que tienen ellos de saber más o de acabar de comprender es cuando se abre la grieta que permite colocar nuestras opiniones sagradas, esas que estamos deseando verbalizar hace años, y también nuestros mensajitos educativos e socializantes. El cine de Pixar facilita mucho esta tarea, aparte de que divierte mucho.

En cuanto a los créditos, seguro que en YouTube o algún sitio similar debe haber una antología de los créditos cinematográficos, es cuestión de buscar. Si encuentras algo avísame, si encuentro algo te aviso (hija bloguera, jejejeje)....

Besitos mil!!!!

marcbranches dijo...

AL respecto de los créditos (magníficos), me gustaría añadir algo: ¡Peter Gabriel lives! Y yo que pensaba que se había abducido a sí mismo en algún viaje interestelar, después de donar la mitad de su patrimonio a alguna asociación pro-tribus etíopes o algo así... El tema que cierra la película es excelente, y profundamente irritante; no por la canción en sí, sino por la certeza de que este hombre podría seguir haciendo lo que mejor sabe hacer (música) y dejar de ser un "artista multimedia"... Saludos.

Sesión discontinua dijo...

marc: siiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! siiiiiiiiiii!!!! y mil veces siiiiiiiiiiiiiii!!!! ¿por qué no sigue componiendo este hombre? Quizá es un problema de motivación económica, porque seguro que los de Pixar han soltado una buena pasta para que nos regale esta estupenda canción, tan suave, tan étnica, una gozada oyes.....

Nos leemos!!!!!

Anónimo dijo...

Me encantó esta película. Soy una pequeña aprendiz de estos temas de la pantalla grande :D, leo tus críticas y me das títulos para ver. ¡ Gracias y sigue así ! Besos

Sesión discontinua dijo...

anónima: pues gracias por tu fidelidad y por fiarte de mi criterio... espero estar a la altura y que colabores mucho, mucho y que recomiendes tus propios títulos fetiche.


Nos leemos!!!!