lunes, 21 de abril de 2008

Eficacia probada a pesar de las carencias (Papá por sorpresa)

Soy consciente de que la determinación que tomé en su día de comentar (absolutamente) todas las películas que viera en salas de cine me obliga cada tanto a ocuparme del cine infantil, al que recurro si quiero transmitir mi fervor cinéfilo a la generación que me sucederá (al menos la parte que está bajo mi patria potestad). Soy consciente de que es una extravangancia y/o una rareza y que las visitas se resienten, pero por otro lado sé que cubro un segmento de la crítica del que tan sólo se ocupan los diarios y revistas obligados por imperativo de servicio. Yo al menos comento los estrenos infantiles porque quiero.

Si eres mayor de edad, no tienes descendencia y buscas orientación antes ir al cine ya puedes dejar de leer aquí mismo; los mayores de edad que buscan lo mismo pero tienen descendencia y por tanto necesitan un diagnóstico breve y eficaz que vean el avance y pasen directamente al último párrafo. La media docena restante que siga leyendo.



Lo primero que he de decir sobre Papá por sorpresa (2007) es que no se deja etiquetar como cine infantil ni como juvenil, por lo cual hay que recurrir a la denominación genérica "cine familiar", que abarca aquellas películas que uno va a ver en compañía de los hijos e hijas que todavía quieren ir al cine con sus mayores: los más pequeños siguen aún en el mundo de los dibujos animados, sin embargo los más creciditos se avergüenzan de salir con sus papás. En segundo lugar he de decir es que es una película excesivamente orientada a la parte femenina de la audiencia potencial (mayoría de niñas entre el público): la paternidad responsable, la necesidad de que ellos se ocupen también del "management doméstico" (así lo llaman los expertos), vencer los prejuicios acerca de las actividades artísticas y sensibles, redescubrir los valores asociados a la mujer... Si el siglo XXI va a ser el de las mujeres es lógico que el cine trate de contribuir a un cambio de modelo en las relaciones entre hombres-padres y sus hijos/as. Otra cosa es que lo hagan echando mano de todos los archiconocidos tópicos dramáticos y arquetipos humanos: el triunfador soltero y despreocupado, la niñita encantadora que conmueve con sorprendente eficacia, sin olvidar la solterita delgada y disponible que viene a completar el lote familiar en una relación padre-hija recién compuesta. Todo ello convenientemente ensamblado con sensiblería cuidadosamente dosificada.

Aun así lo más sorprendente de Papá por sorpresa es que, a pesar de la manera tan moderna y resuelta de tratar las relaciones entre adultos, sea incapaz de incluir una escena en la que el papá y la "nueva mamá" se enrollan. ¡Es que no se dan ni un miserable piquito! Ni siquiera un casto beso que dé por consumado lo que los pequeños saben que viene a continuación pero se les escamotea por decencia. Yo creo que Disney debería revisar a la baja sus requisitos de decencia cinematográfica; los de sensiblería --a pesar de que están aún más desfasados-- que los dejen como están, puesto que la respuesta del público en la taquilla demuestra que aún cuelan diga lo que diga la crítica.

Ve a verla si eres padre, tienes una hija entre siete y nueve años que hace actividades extraescolares relacionadas con el arte, quieres que ella pase una tarde entretenida y tú quieres sentirte bien por permitir que te acompañe. Abstenerse si no se cumplen todas estas condiciones.

7 comentarios:

BUDOKAN dijo...

Hola, me gusta que nos tengas al tanto de lo que sucede en materia de estrenos atodo nivel, incluso con el cine infantil. Saludos!

Marchelo dijo...

Demasiadas condiciones José... :) es la típica película que si me pilla un domingo por la tarde sin nada que hacer y la dan por el plus la veo enterita y cuando acaba me pregunto, embobado: ¿por qué?

Doce en casa, o algo así, es una película parecida a esta y que me fue muy bien para dormirme en un vuelo de largo recorrido: fue ver la primera escena y ZzZzZzZ

Sesión discontinua dijo...

budokan y marchelo: gracias por reafirmarme en lo que yo creí que era una extravagancia mía.

"Doce en casa": totalmente recomendable para quienes padecen de insomnio.

Nos leemos!!!!

Nelson, un habitante del patio dijo...

José: Una muy cierta y correcta filosofía es la respalda tu comentario de cine de este post.
El cine es mucho más que nuestros gustos personales y ortodoxia cinéfila , pues se trata de una poderosa y entretenida herramienta de conexión con aquellos que quieres.
Mis hijos también ven cine con sus papás, y la película por supuesto, la eligen ellos.
Saludos,

Sesión discontinua dijo...

Nelson: me alegra saber que no soy el único que trata de transmitir cinefilia... Y de paso, a ver si os atrevéis en vuestro blog con el cine infantil... Todo un reto....


Nos leemos!!!!

María Rogel (Lapor) dijo...

Operación "salvemos al cine infantil (de caer en un agujero negro y ya no salir nunca más)", ya que ahora están de moda los eternos intertítulos. Seguro que será diferente y mucho más abierto pensar en cine siendo padre y pensando en los hijos. Si no fuera así, no hubiera visto películas que en su momento me encantaron pero.. es éste el caso? Creo que habrá cosas mejores, los franceses sos muy buenos en cine infantil. saludos

Sesión discontinua dijo...

lapor: ser padre hace que desplaces tu punto de vista ortodoxo y argumentado hacia un cine algo más mayoritario y de concesiones a la galería; y a pesar de que con el paso de los años uno se desengaña y se da cuenta de que lo que creyó obra maestra de joven es en realidad un filme convencional, aun así, es necesario construir unos cimientos cinematográficos en los que no puede faltar una dosis de cine malo pero encandilador... Ahí queda eso....

Nos leemos!!!!