El arqueólogo más famoso de la década de los ochenta del siglo XX se ha hecho mayor, aunque no es precisamente eso lo que trata de ocultar Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), la cuarta y muy probablemente última entrega de Indiana Jones realizada directamente por sus creadores (el tándem Lucas & Spielberg) e interpretada por Harrison Ford. Ese detalle ya es un primer punto a favor. En esta entrega el tiempo ha pasado, y también ha dejado algunas secuelas: la más destacable es un cierto desencanto o distanciamiento respecto hacia las grandes y verdaderas causas; Indy es ahora un escéptico superviviente; en segundo lugar, descubrimos a su protagonista de regreso de una serie de dudosas aventuras, no tan maniqueas como las que le conocíamos --arrebatar el Arca de la Alianza a los nazis, liberar a unos niños esclavos, encontrar el Santo Grial--, contaminadas por la paranoia anticomunista que sufrió EE UU en los años cincuenta (la época en que se ambienta la película). Aun así, vuelvo a recordarlo, no se trata de novedades y elementos que resten valor a Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, todo lo contrario.
Se trata de un filme de puro entretenimiento hecho para recaudar mucho dinero; puede que no de la mejor calidad pero sí suficiente para los no tan jóvenes que nos enganchamos al personaje en la veintena, y puede que también para alguno más que lo descubra ahora --convenientemente digitalizado, signo de los tiempos-- sin haber visto los otros tres precedentes analógicos. También es un completo repertorio de los tics argumentales y obsesiones estilísticas de Spielberg, encadenados unos y otras sin pausa y sin medida: bichos asquerosos por todas partes (por suerte para los actores esta vez son digitales), mecanismos ocultos entre las piedras que abren pasadizos y cámaras secretas, persecuciones trepidantes --esta vez exageradas sin remedio y sin que parezca importarle la verosimilitud--, y también ese retroceso y ese desplazamiento lateral de cámara tan característicos del cineasta. Se trata de un rasgo de estilo equivalente al de un escritor al que, pongamos por caso, le encantara narrar a base de oraciones de relativo: en el primero la cámara retrocede, adelantándose al recorrido previsto del actor, para ir descubriendo al espectador poco a poco, sin necesidad de cambio de plano, aquello que mira atemorizado o sorprendido (el personaje sabe más que la cámara); en el segundo es lo contrario: un desplazamiento lateral de la cámara --de forma rutinaria y no especialmente enfatizada-- en el que de pronto aparece algo amenazador, disonante, y que supone un elemento de tensión desconocida por los personajes (la cámara sabe más que el personaje). Son las dos formas preferidas de Spielberg para introducir el suspense, y cuando os dé por revisar su filmografía no tendréis que hacer un gran esfuerzo para comprobar que son dos elementos clave de su estilo narrativo, que se repiten en todas sus películas y siempre con la misma eficacia.
Indiana Jones está cansado, las aventuras le arrastran contra su voluntad (esta vez le toca enfrentarse a los soviéticos), y su única motivación es el daño que pueden recibir antiguos amigos. Hasta el segundo tercio de película no hay acción con mayúsculas, tan solo breves apuntes sobre los que pasar de puntillas con un toque irónico y un oportuno frigorífico (escena rara donde las haya). Pero lo que más he echado de menos es el prólogo, ese sumergirse desde el minuto cero en una montaña rusa --nunca mejor dicho--, que te deja sin aliento, haciéndote olvidar de golpe cualquier incertidumbre sobre las expectativas iniciales y todo lo que no tenga que ver con el entretenimiento. Creo que de todas las secuencias iniciales la de En busca del arca perdida (1981) sigue siendo insuperable, probablemente porque era la primera vez que veíamos semejante tratamiento de la aventura cinematográfica; y aunque en la segunda también acertó con el número musical y el vodevil del antídoto, yo me quedo con la enorme bola rodante a punto de aplastar a Indy. En cambio, el comienzo de la acción en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal se hace esperar y está resuelto deprisa y corriendo. Ahí si que se nota que el tiempo ha pasado para mal.
Ahora sólo espero que Spielberg y Lucas tengan la suficiente valentía como para convertir su producto en una saga al estilo Bond: actores que se suceden en el tiempo, directores y guionistas que se alternan... A mí me gustaría anclar definitivamente sus aventuras en los años treinta del siglo XX, pero sé que es imposible y que la casquería digital abre unas inmensas posibilidades para sumergirse en la arqueología más espectacular: quizá lleguemos a ver a Indy descubriendo la Atlántida, o excavando en Marte los restos de alguna misión fallida... No lo descartemos tan pronto. De momento recomiendo que se vaya a ver acompañado de mucha gente de la misma generación porque es la mejor forma de disfrutarla sin complejos.
11 comentarios:
díos, esto tiene mala pinta... me hablaron el otro día de lo de la nevera y no quiero ni recordarlo, casi mejor no tocar los tan buenos recuerdos de "El templo maldito"... No sé por qué pero sabía que irías a verla.
por cierto, no sé si ya lo hemos hablado: has visto "Tadeo Jones"? Un par de cortos medio parodia medio homenaje a Indiana. No vendrá mal para compensar con el desfile de Panama Jacks... http://www.tadeojones.com/
lapor: cómo me has calado!!! claro que tenía que ir a verla, porque es una saga de mi adolescencia y por tanto no puedo resistirme; y además, como recomiendo en el mismo post, es una oportunidad para ir en acompañado de mucha gente al cine. Una excusa perfecta para una cena y unas copas después (que en nuestro caso es lo que hicimos)...
En cuanto al tadeo Jones, pues no, no me dijiste nada; se lo debiste comentar "al otro"... jejejeje. Le echaré un vistazo y te digo....
Nos leemos!!!!!
Hola, espero ver pronto este film que por lo menos me divierta. He oído opiniones muy diversas en relación a su factura. Muy bueno leer tu opinión sobre el mismo. Saludos!
Indy se ha hecho mayor y, como reconocía el guionista David Koepp en una entrevista, el argumento tenía que respetar esa evidencia. Creo que es lo mejor de la película: que el personaje es fiel a sí mismo, pero con la edad que aparenta. Y Marion también peina canas pero sigue siendo encantadora y la química entre ambos funciona.
No puedo decir lo mismo del tándem Lucas-Speilberg. Creo que esta cuarta entrega les ha pillado "demasiado mayores"...
Saludos perplejos!
budokan: a poco que te gustaran las anteriores disfrutarás con esta.
hombre perplejo: más que mayores lo que sucede es que el ciclo se acaba; es necesario pasar el testigo. seguro que muchos directores estarian encantados de continuar la saga....
Nos leemos!!!!
Como había leído tan malas críticas, ya iba prevenida a lo peor y no me decepcionó demasiado, ya me lo esperaba. Bueno, casi todo, porque el pase de modelitos al que someten al Sr. Ford me pilló de imprevisto, je, je. Me llevé a unos cuantos adolescentes a verla, y casi ninguno salió contento. Será que ya habían visto la saga en DVD.. o será que cada vez la juventud es más exigente. Francamente, espero que sea lo segundo. Aunque lo primero tendría su lógica.
Vamos, que nunca "cuartas partes" fueron demasiado buenas. Aplíquese también a Star Wars y que vayan empezando a pensar en cerrar el chiringuito... o a currárselo un poco más. Al público le gusta ir al cine a entretenerse, pero no es tonto, ojo!
Un saludo.
babel: pues vaya decepción. Es cierto que los efectos no tienen detrás un buen guión... La verdad es que me he dejado llevar por mi debilidad Indianajonesca. Muy cierto también lo de Star Wars.... Yo voto por Ethan Hawke para el papel del nuevo Indy. Y tú?
Nos leemos!!!
Banderas, ja, ja!. No va en coña, eh!. es que Hawke me da a mí siempre la impresión de estar en el limbo... no sé, no le veo ahí
O Rowan Atkinson... yo lo he visto en una serie histórica de la BBC y me costó reconocer a Mr. Bean. Vamos, porque leí los títulos de crédito, que si no ni de casualidad. Muy multifacético. La serie Blackadder o algo así. Un gran actor, sí señor!
Pero no creo que estiren más a Indi.. o sí, nunca se sabe.
Salu2!
malisima!
la verdad es que despues de tantos años de espera esperaba otra cosa de la cuarta entrega de esta famosa pelicula
una decepcion!
impotencia sexual: pues sí, tan mala como descubrir que de pronto te ha dado un gatillazo y tu chica te dice aquello de "Es muy común; les pasa a todos los tíos; no tiene importancia", cuando está pensando exactamente lo contrario (Chandler dixit). No, rectifico, es peor esto último, en la peli hay alguna cosa que se salva....
Nos levantamos, digo nos leemos!!!!!
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