Los Goyas 2007 entregados en el 2008 ya tienen dueño y de nuevo salta la sorpresa en forma de filme intimista y con vocación de autenticidad, por encima de favoritas mejor colocadas gracias a la taquilla y los medios de producción invertidos. No es algo del todo sorprendente porque ya lo hemos visto en otras ediciones con La vida secreta de las palabras (2006), Te doy mis ojos (2004), Los lunes al sol (2003), El bola (2001). Es como si la Academia premiara el cine que debería ser, un estilo y unos temas que la industria considera como las señas de identidad de nuestro cine, expresando incluso --diría yo-- la función social que debe desempeñar como arte. Me parece un poco ingenuo e irreal, pero al menos no siempre sale uno con la sensación de que se ha premiado a lo que más y mejor se ha promocionado (en todos los aspectos).
Como complemento a mi diagnóstico personal incluyo el más documentado de Román Gubern, que, además de quitar el IVA al tremendismo que le pone la industria, resume en ocho estampas los verdaderos retos y problemas del cine español. Vale la pena leerlo (especialmente la estampa número 5). Adelanto las ideas-fuerza que más me han calado:
a) "Pilar Miró, desde su cargo en el Ministerio de Cultura, alentó con subvenciones el cine de autor y dignificó la producción, pero la alejó del gran público". No siempre las mejores intenciones traen los mejores resultados.
b) La producción española rebasa en casi 100 títulos la de otras cinematografías con mayor población, como Italia, Alemania o Reino Unido, lo que implica --con una cuota de mercado semejante-- menores ingresos por película. Teniendo en cuenta los numerosos títulos que ni se estrenan o que duran un suspiro en cartelera, ¿cuál dirías que es el auténtico mal del cine español, la apuesta por la cantidad (de la que debería surgir, por simple estadística, la calidad) o la sobreproducción?
Finalmente, un dato que me produce escalofríos: "menos del 8% de los espectadores se orientan por las críticas profesionales". Si eso es cierto sólo espero que quienes se guíen por las no profesionales sean muchos más, y así blogs como el mío podamos repartirnos un público potencialmente más numeroso que no convierta la blogosfera cinéfila en una lucha por la captura de visitantes.
Ahora sí que acabo: mis siete aciertos revelan mi torpeza integral como analista predictivo. Ni uno de los galardones importantes (película, director, actor, actriz...), excepto el de Amparo Baró y el guión original; cuatro premios de pura lotería (fotografía, maquillaje y peluquería, sonido y película de animación) y uno que al menos puedo asegurar que ha sido por convicción: Invisibles. Realmente, 2008 va a ser el "Año Bardem".
Mis fallidas previsiones y los premiados aquí: Los Goyas.
3 comentarios:
Qué bueno que se empiece a reconocer mundialmente a este grande que es Bradem. Muy intresante tu mirada sobre los goya. Saludos!
por lo menos este año nadie montó un número en la gala,ya era hora... "La soledad" es una película interante pero la veo más en un museo contemporáaneo que emitida en TV, en ese sentido es la más radical de las que dices. Porque "El bola es muy europea"; "Los lunes al sol" casi Ken Loach, y "La vida secreta.." pues entre Gus van Sant y la propia Coixet. En fin, estoy haciendo verdaderas sentencias pero es para explicar que todas venían de alsún sitio pero "La soledad"...ha sido una bomba! y no ha explotado dentro de la academia, je je... saludos! LAPOR
budokan: 2008 año Bardem!!! El lunes voy a ver sin falta "No es país para viejos"
Lapor: tendré que ver "La soledad", para opinar... ¿es en plan "Azuloscurocasinegro"? Esa era rara pero tenía cierto encanto y estaba bien narrada....
Nos leemos!!!!
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