miércoles, 20 de marzo de 2013

Teoría General de la Relación Especial (Blue Valentine)

Hay géneros y tipos de historias que nunca se agotarán, por mucho que insistan en un mismo tema. Blue Valentine (2010) de Derek Cianfrance es una prueba más para una teoría que apenas necesita argumentación: siempre habrá filmes sobre rupturas sentimentales porque nunca dejará de haber parejas que rompen. Eso significa que, si el tema y los personajes no cambian, la forma y el punto de vista son los elementos que acabarán de decidir si una película de esta clase vale la pena o no.

Ya no estamos para guiones lineales, planos, secuenciales y previsibles hechos de encuentros, enamoramientos, crisis y rupturas interpretadas por primeras figuras del momento; eso queda para el género romántico más taquillero, al estilo de El lado bueno de las cosas (2012); necesitamos algo más de perspectiva, un poco de desorden; mejor aún, un argumento fotografiado tan, tan cerca de los protagonistas que casi nos queme su presencia. Cianfrance ha escrito y rodado en Blue Valentine una crónica directa y cruda --al parecer basada en experiencias personales, como recomendaba mi admirado Truffaut-- acerca de uno de los posibles procesos naturales de descomposición de una pareja. Ha conseguido un filme que no necesita recurrir a secundarios o a malvados e imprevistos rompehogares que nos recuerdan que si encontramos algo mejor lo cambiemos porque en el mercado libre de las relaciones es una práctica legítima; al contrario, con dos únicos personajes --Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams, nominada al Oscar aquel año)-- es capaz de reconstruir la crónica cotidiana de unos buenos padres, dedicados por entero a su hija, que ven cómo, a pesar de tanta felicidad filial, su relación se resiente y son incapaces de reaccionar a la putrefacción y desconfianza mutua que indirectamente eso provoca (los padres y madres saben exactamente a qué me refiero, sobre todo porque está magistralmente sintetizado y presentado en la escena inicial). Llegados a ese punto, ni siquiera una noche en la Habitación del futuro de un extraño hotel temático podrá enderezarla.



Mezclando pasado y presente, evitando la relajación del espectador, la película establece los contrastes entre esa primera fase de enamoramiento marcada por la atracción física y el bienestar mental y emocional que surge sin esfuerzo, y un presente cotidiano y desencantado al que el director apunta sin duda como una de las causas directas del desastre. Del primer bloque destaco sobre todo la escena del baile con el ukelele: tierna, triste, admonitoria, magníficamente interpretada y mejor escogida la canción; del segundo los diálogos tensos en la extraña habitación de hotel, mostrando con habilidad y sencillez las trabas a la comunicación conyugal, sin que sepan --casi nadie lo sabe-- qué es lo que pasa entre ellos para que no se diviertan juntos.



Todo encajado a la perfección para levantar una historia que engancha, no por el tema (suficientemente documentado y debatido desde todos los ángulos), sino por la originalidad formal. Hasta que llega el momento del desenlace y Cianfrance abre de par en par las compuertas del drama barato, encadenando un tópico detrás de otro en una resolución lacrimógena. De pronto resulta que la película sólo se va a ocupar de un momento muy concreto e intenso de la relación (el que más suele atraer al público), renunciando al necesario epílogo de este tipo de historias, incluyendo la aceptación, la superación de un momento tan doloroso y la posible resiliencia adquirida. Un desperdicio de escena que deja un muy mal sabor de boca en un filme que, en conjunto, debería ser valorado en frío, no a la salida de la sala.

Blue Valentine es un filme que me ha reconciliado con Gosling tras el fiasco de Drive (2011), narrado con mérito pero dilapidado al final, no sé si por comodidad, miedo o imposibilidad de ofrecer algo de perspectiva en una ruptura en la que el director estaba más involucrado de lo que podría pensarse.





hhttp://sesiondiscontinua.blogspot.com.es/2013/03/teoria-general-de-la-relacion-especial.html

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